elecciones: Mexico 2006

Porfirio Dí­az en una entrevista de 1908 realizada y publicada por la revista estadounidense Pearson´s Magazine, el redactor James Creelman, tomó la declaración del dictador, cuya semántica, mejor dicho, su discurso ambiguo de todo polí­tico se entendió esta frase: “el pueblo de México no esta preparado para la democracia”.

Por lo menos podemos decir, con cierta gatitud indeseada, que los EEUU han sido infectados con esa tentación de prolongarse en el Poder, común a los latinoamericanos, pésele a quién le pese. Lo digo porque recientemente las elecciones allá en los EEUU se encuentran más y más en un marasmo polí­tico jamás antes visto en esa sociedad. Lo que el Poder allá en los EEUU ha hecho es hacer lo que los mexicanos hemos venido haciendo con el poder polí­tico en nuestras tierras por decadas: manipular una ilusión de democracia, suprimir la oposición bajo pretextos internacionales e intimidar a la clase media con el mero sustento que los hace sentirse superiores, el hueso que roen.

Otra razón para sospechar: hasta admiran el proceso electoral que México está viviendo estos dí­as de incertidumbre nacional. Cuando los gabachos admiran nuestro porceso electoral hay que cuidarse, y mucho porque eso no se lee bien, para nada.

La mosca muerta

La mosca muerta en esta sopa es la clase media mexicana que no quiere una clase media que le haga competencia, eso serí­a romper demasiados esquemas jerarquicos y la clase media adora ese poder que tiene sobre su servidumbre (léase la población mexicana en extrema pobreza) amén de que odia que la tuteen. Ante esto, no queda otra que tutear a la clase media, alzar la frente en desafio y mirar recto a los ojos hasta que lo miren a uno como lo igual que somos. Ya no dejarse de esa clase media que ama el facismo y adora el autoritarismo, ahora sí­, hay que oponerse a esa clase social, mocharla de la conciencia nacional cual grangena apestosa.

Hoy, más que nunca, creo en la Democracia.

Creo que lo unico restante es defender esos principios trillados por una clase gobernante que le tiene miedo justo a lo que ellos mismos aluden cada vez que hay un problema en la nación pero causado por la plebe, la justicia. El problema es que el Poder ostenta Derechos Reservados a la justicia. La democracia en México es mi sueño.

¿Habrá guerra civil?

Tiene que ser preguntado porque ya van demasiados años de condervadurismo en México, muchos. Existe una población que tiene ansias de una izquierda [la izquierda clásica no existe, se acabó cuando la II Guerra Mundial inicio o como dirí­a doña Cuca, lo único que la izquierda clásica alcanzó hacer fue vestir de un europeismo clásico al DF y los demás comimos pan de aire (no pan intended).] y cuyo deseo no ha sido culminado y cuando los deseos no son culminados tienden a convertirse en pesadillas indeseables y los que manipulan las pesadillas, hoy por hoy, un área de expertos especializados en night terrors ya sabemos quienes son.

Victoria pí­rrica.

Yo no voté por el PAN ni mucho menos por Felipe Calderón: sabor a bilis. Escribo estas frases así­ porque la verdad sea dicha el PRIAN nos vendió una institución que más bien protege los interes del PRIAN que los de México. Con Fox se nos dio esa clásica ilusión mejor representada por la pelicula Matrix Reloaded (pág. 72). En el restaruante, el Meravingian le explica a Morpheus:

Felipe Calderón no fue electo democraticamente, fue electo digitalmente por una comunidad de la élite norteamericana, NAFTA, TLAN Inc, S.A de C.V. Más de la mitad de la nación está en contra del proyecto que representa o más bien, es. La gente que le tení­a miedo a AMLO y su proyecto es un miedo de niños, el miedo al cucuy, un fantasma ficticio que no existe y como buen@s niñ@s, la clase media se asustó, ¡uy! ¡el cucuy! Lo peor de todo, regresamos a la dictadura light del PRI.

¡Qué va! ¡qué digo! ¡Nunca la hemos dejado! Como dicen en mi tierra, nos tragamos el verbo, ¡yo me lo tragué enterito! Qué vergíüenza tan leve e insoportable.

Cí­nismo

Las marchas por la dignidad no sirven. Quizá sea estrategí­a de AMLO y el PRD por seguir dándole guerra al PRIAN, no dejarse, que sepan que para la próxima no la tendrán tan fácil, una estategí­a a little too late en mi opinión. Quizá hubo negocio de votos, quizá hubo pilón a cuesta del boto mexicano, a lo mejor el PRD se vendió, quién sabe, habrá que sacar cuentas después, lo único que sé es que Cárdenas no es un lider moral. Así­ como tampoco sirvió para nada que el SubMarcos optará por la posición polí­tica por la cual optó, ese error se lo tragará por el resto de su vida y eso es más que suficiente como pago ante lo acontecido.

Pregunta: si el PAN utilizó a Chávez, ¿por qué el PRD no utilizó la imagen de Aznar? Después de todo Aznar tiene las manos sucias igual que Calderón.

El resultado

Un congreso mexicano sin morales, un senado sin principios y un presidente sin autoridad moral de representar a los mexicanos tanto en el interior como el el exterior. Hoy se ve el poder polí­tico de México reflejado ante sí­ mismo: es tanto el descaro que no hay manera de esconderse de sí­ mismo.

Lo que queda por hacer: perdimos la batalla, no la guerra

Un ciudadano activo, alerta y presente. No hay que darle ni la menor oportunidad a Felipe Calderón de ostentar una moralidad que no tiene, tendrá el poder legal pero todos sabemos que llegó al poder no bajo principios democráticos sino bajo principios de un ladrón, un chapucero y eso todo buen mexicano tiene el deber de rechazar. Los mexicanos no somos gandallas, somos personas con mucha dignidad, somos honrados y sabemos lo que queremos y a la buena, no a las malas como Felipe Calderón logró lo que logró, eso hay que rechazarlo energicamente. Que tengamos un gobierno de gandallas es otra historia, que no sepamos remover al mal poder de su lugar demcraticamente es otra historia. Ante esto no queda otra que dejar a Felipe Calderón hacer lo que quiera con la nación, al fin y al cabo que 6 años no son nada comparados con los últimos 76 de humillaciones que hemos sufrido. Hay que guardar silencio, no decir ni pí­o, que roben a sus anchas, que la comunidad internacional mire como roban sin oposición alguna, después habrá oportunidad de mandarlos a la cárcel y cobrar centavo por centavo lo que nos han ultrajado. Los verdaderos mexicanos sabemos quienes son los rateros del paí­s: su partido es el PRIAN y la rata mayor es Felipe Calderón.

Yo no voté por Felipe Calderón y Felipe Calderón no es mi presidente.

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