¿y yo porqué?

Dichos lindos de los que no sufren, viven del erario y se auto proclaman auto-suficientes.  Permitanme tomar prestada la frase para otras cosa que quizá no incumba a lo que se trata de relacionar aquí­. Me viene a mente la frase porque me siento afrentado, como si me hacen estar aquí­, deletreando la excusa, explicando mi ser, explicando mi existencia, o ausencia, uno nunca sabe, explicando el porqué de repente, existo.

Hay cosas que no se olvidan, que parecen que fueren hace minutos y en realidad, hace años que fue. Tengan ustedes a una tal L, una de esas entes que surgieron de la red en mi vida y de la que no sé nada hoy en dí­a y sin embargo, el hilo de la historia que cuya tela cual seda de araña al viento, hace vibrar un recuerdo de múltiples acciones. Y un ente que jurarí­a conocí­ alguna vez.

La pantalla sigue sangrando luz a pesar de que su radiante espectro ni pasado tiene. Pero nos ahuyé, tortura, alienta a seguir. Hay que rebelarse ante todo, a lo que sea, renovarse, sino hoy, quizá en este segundo, a qué, no importa, hay que ser humilde, no seremos infinitos.

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