Acá en Suecia no hay mucho que celebrar entre Octubre y Diciembre. Así que ya hay, por lo regular, gente adelantándose a las navidades. Esto es causa de gran consternación entre la población ya que siempre hay alguien que se moleste porque alguien se adelanta. Lo suelen hacer desde las tiendas hasta los individuos. El hecho de que la gente se tome el tiempo para refunfuñar a regañadientes que eso está mal, que hay que esperarse, etc indica más bien una especie de envidia, bueno eso creo. He escuchado a a gabachos asentados en Suecia hablar en la radio y quejarse de esto. Y a suecos por igual, bueno no tanto, pero pues sí parece como que cada año salen los gnomos cada día más temprano de lo usual de sus escondites. Yo ya saqué mi estrellita reluciente. Es una estrella de cartón que IKEA vende, la pongo en la ventana con vista a la calle, a ver que dice la gente. No es que lo escuche u algo pero como ya nevó pues aprovecho, ya vendrá la calor para derretir la nieve y caerá de nuevo en diciembre. El frío conlleva a un lugar típico u utópico más bien, porque estas fechas habrá de desear paz en la tierra y válgame, que a juzgar por la venta de píldoras anti-radioctivas que salieron a la venta en Noruega y el gobierno sueco preparándonos para lo peor pues cada quién saca su velita y a rezarle a todos los duendes de estos reinos.
Igual de paradójico es que ya están a la venta los calendarios para el 2019, así que hay que comprar uno ya que podrían agotarse, sí, se agotan. Ya me han tocado varios años en que espero hasta el último para ello y siempre me causa un shock pagar las sumas que piden por ellos, digo, uno acostumbrado a recibirlos gratis de la tintorería, carnicería o lavandería. Bueno, digo, eso en mis tiempos, pero creo que allá en los yunaites todavía lo hacen. En fin, compré uno, y nunca deja de sorprenderme el hecho de comprar un calendario en Octubre. Digo, todavía le cuelgan un chingo de días al 2018 y estos weyes ya andan pensando en qué va a pasar el 1 de enero. Para una sociedad que lo planea todo es esencial tener un calendario desde denantes de que empiece el año. Y así de fácil se hace ya viejo el 2018.