La preparatoria sueca, o el bachillerato sueco para los iberos, conocida en sueco como gymnasiet y que los hispanos-parlantes asentados en Suecia llaman como gimnasio (calco) es mi centro laboral. Trabajo para una de ellas en los altiplanicies de Suecia y que lleva el nombre de una personalidad local llamada August Brinell. La escuela se llama Brinellgymnasiet y su página web es la siguiente: brinellgymnasiet.se.
Lo que este año me impulsa a escribir sobre ello no es porque cumplí 5 años trabajando ahí, ni porque quiero narrar mi calvario con el personal de la escuela sino porque este año dos problemas interesantes me llaman poderosamente la atención. Uno es que este año he recibido una clase con estudiantes multiculturales, o sea, una clase con suecos e hijos de inmigrantes y otro dato de interés es el tema de inteligencia personal y cómo es que las escuelas en Suecia filtran a las estudiantes de acuerdo a sus aptitudes intelectuales.
Para empezar, en estos altiplanicies de Suecia la sociedad sueca ha sido por lo general bastante homogénea. No es sino hasta reciente, como hace 20 años atrás, que el municipio en que vivo, aceptó, de manera permanente, hacerse multicultural. Aquí los hay desde Turcos, Asirios, Somalís, Kurdos, Asiáticos, latinoamericanos, y hasta gringos de EEUU, Australia amén de otros países de la Unión Europea. Para ser un municipio de 17,000 habitantes, los que más resaltan somos los de tez morena o de tez africana. No es que aquí no se dé racismo entre los blancos tampoco, los polacos, los rusos y los finlandeses, son el blanco de las miras de aquellos que les da por creerse más del municipio que nosotros otros. Teniendo eso en mente no es raro que los problemas interculturales de vez en cuando broten de los abismos que albergan esos conflictos entre los unos y los otros. No son conflictos serios, para ser verdad, hasta la fecha no han pasado de cuestiones verbales y no es sino hasta este año escolar que hemos visto este tipo de frustraciones culturales manifestarse de manera física resultando en una rencilla por cuestiones de diferencia racial.
Así que dentro del salón, los estudiantes reflejan lo que afuera hacen. No es que se peleen pero la tensión es bastante sensible. Si una cosa caracteriza mucho a los alumnos suecos es que estos tienden a conseguir un amiguito que dura todo el año y así, los grupitos de amigos andan juntos por doquier. Como que tienen una necesidad de andar juntos por dondequiera. La verdad, no saben andar solos. Los hijos de los inmigrantes imitan este comportamiento y también se juntan pero estos no saben andar de dos en dos sino que hacen bolita y resaltan a la vista cuando andan juntos. Dentro del salón esto es más que evidente y si un estudiante está solo este estudiante es considerado ’raro’. La escuela, de hecho, nos alienta a romper este tipo de amistades y hacerlos trabajar con otros estudiantes con los que de otra manera no solarían trabajar. No es un trabajo fácil porque ponen cara de fuchi cada vez que lo hago. Ahora imagínense una clase como la anterior mencionada. Y es que hay algunos suecos que sí tienen una opinión bastante fuerte sobre inmigrantes.
El otro problema es que Suecia no tiene cultura de trabajar con clases multiculturales y me imagino que ha de ser un gran problema para los profesores que solo han enseñado a suecos desde antaño. Los estudiantes de los hijos de inmigrantes tienen otra manera de comportarse amén de hábitos de estudio.
El otro dato curioso que me viene a mente es que aquí en Suecia las escuelas del gobierno tienen un programa educacional que separa a los estudiantes que se dedican a programas teóricos y los programas que se dedican a los programas vocacionales. Por lo general, ya para cuando los estudiantes llegan a la escuela ya están totalmente filtrados. Los filtran a lo que se denominaría como el noveno año de estudios y con lo que en México se conoce como tercero de secundaria. Existen programas vocacionales para la 1.- construcción, para 2.- electricistas, 3.- para trabajar con la madera (construcción de muebles tipo IKEA), 4.- salón de belleza, 5.- trabajadores de enfermería, e 6.-industrias de metal (soldadores). Para poder ingresar a cualesquiera de estos programas habrá que tener cierto porcentaje de puntos que se suman por resultados en diversas materias como el inglés, las matemáticas, el sueco e idiomas extranjeros. Dentro de los programas vocacionales los que más requieren un porcentaje alto son los programas 1 y 4. Los demás no requieren tanto pero dan a decir del tipo de estudiante y sus hábitos de estudios. Hemos de recalcar que los altiplanicies de Suecia requiere más de estudiantes vocacionales que estudiantes de programas teóricos. Los altiplanicies suecos se caracterizan por ser zonas de industrias.
Aquí hemos de hacer notar que lo que concierne a mi escuela, los hijos de los inmigrantes son los menos representados en los programas vocacionales en donde, por ejemplo, es muy raro encontrarse con alumnos de hijos de extranjeros de tez oscura dentro de sus filas.
Dentro de los estudios teóricos están 1.- Ciencias Naturales, 2.- Ciencias sociales, 3.- Economía, 4.- Asistente de maestro de guardería, 5.- Técnicos o Ingeniería, 6.- Informática y medios sociales como la radio y la televisión, y por último, lo que se conoce como Estética. Dentro de este grupo existe lo que se denomina como la créme de la créme y estos son 1, 2 y 5. Son esos programas que admiten a estudiantes con calificaciones altas y que tienen la mayor posibilidad de aprender el material que se les da para poder lograr acabo sus estudios dentro de cada respectivo programa.
La preparatoria dura 3 años y hay posibilidad de un cuarto año. Ya acabados los estudios, los estudiantes o salen para la universidad o salen directo a trabajar.
Es interesante porque es un hecho que todos saben el tipo de inteligencia que se requiere para ciertos tipos de programas y que la sociedad acepta porque conlleva una especie de estatus social que los hijos vayan a x u tal programa. Lo interesante es que mientras se acepta, y se toma por hecho, que los estudiantes que estudian más deben de estudiar sin más ni menos y si no lo hacen los problemas no se hacen esperar, existen prejuicios para los estudiantes que no estudian programas teóricos dentro de los impartidores de las materias. De hecho hay profesores que solo enseñan a estudiantes de ciencias naturales y se creen, por el solo hecho de enseñarles a ellos y ellas, un poco más arriba dentro del esquema social que los demás. Sin embargo, para ser justos, este tipo de categorizar a la gente está en descenso.
Y desde que empecé a trabajar como profesor mi meta a sido demostrar lo contrario a esto. O sea, que todos tienen la misma capacidad intelectual para poder sobresalir.