Give me your tired, your poor,
Your huddled masses yearning to breathe free
Leyendo, como es mi costumbre matutina, a The Agonist, me entero de las redes del buen dinero en Honduras. Todo hubiere sido normal a no ser que las antenas de mi paranoia empezaron a zumbar de manera drástica y cuando menos pensé ya había formulado toda una teoría de los males hondureños. Y es que cuando uno se entera, en esta era, de los poderes facticos que manipulan los hilos del poder, pues, como diría mi tía Juanita al ver a las chamacas adolescentes de mi escuela con ropa ligera, no dejan nada para la imaginación. Tenemos entendido que el gobierno ilegitimo de Honduras ha contratado los servicios de un cabildero renombrado de nombre Lanny Davis, para apoyar su causa allá cerca de los ríos del Potomac. Se entiende del contexto que los verdaderos dueños del dinero en esa nación CA son de origen árabe. Poseen muchas industrias y controlan, a lo que me imagino también, tienen invertido, mucho dinero y por lo visto políticos y militares.
Para empezar, como en el caso de Bolivia con Branko Gora Marinkovic Jovicevic, no logro entender cómo es que emigrantes a Latinoamérica de origen no hispano terminan siendo los peores hijos de puta a la nación que les albergó y les dio de qué tragar hasta para hacerse ricos y ser parte de la nación que les brindó una mano. No entiendo cómo es que el estado ha fallado en integrar a estos sujetos un poco más para comprender el entorno de sus riquezas, para nada, sus lealtades se encuentran por otro lado. Pero ese es el lado benigno del asunto, el caso maligno es otra historia completamente.
Y es que sea lo de cada quien Washington sabe elegir bien sus vendepatrias. Olvídense de la escuela militar que todos temen y que sale de la boca como un caso de herpes simple por andar mirando perros cagando, la impopular Escuela de las Américas, cada vez que los patrióticos de los soldados latinoamericanos salen a golpear el asfalto con sus botas hechas en EEUU. Eso es pasé, ahora lo popular es la Doctrina del Shock.
Founded by an entrepreneur named Juan Canahuati in the 1960s, Grupo Lovable now ranks as one of Honduras’ largest employers and has operations in textiles, water and sewage treatment, industrial parks and even an electric plant. Canahuati is credited as being one of the nation’s visionaries in pushing for free-trade and opening up Honduras to U.S. investment.
Like most CEOs, when Juan Canahuati faces an obstacle to advancing his business, he finds a way through it. The difference for Canahuati is that, in his case, he might take the entire nation of Honduras with him.
Faced with diminishing returns at his department store because of the rising cost of imported clothing, Canahuati partnered with a US company in 1964 to open a factory to produce his own. It was one of the first apparel manufacturing facilities in the country.
Within five years, Canahuati bought out his partner. Today, Grupo Lovable is Honduras’ second-largest employer. It is also a driving force behind a fundamental shift in the Honduran economy Last year, for the first time, manufactured textile exports — generating mare than US$515 million — beat out coffee and bananas as the nation’s top export.
*Tinfoil hat: http://en.wikipedia.org/wiki/Tin_foil_hat
* Picture credits: The Vader Project.