Tengo varios sueños en mi repertorio de la memoria de los que hoy quiero hablar, no sobre mi sueños, quiero ser preciso antes de que el lector extraiga una conclusión falsa de lo que esta por venir. Sino de una peculiaridad importante en mi vida y quizá para toda la humanidad, o el producto de mi imaginación para caso menor.
Desde hace varios años atrás observo que en mis sueños ocurre un incidente bastante raro y que tiene mucho que ver con la tecnología del día de hoy. No quiero ser alarmista como los recientes comentarios de Susan Greenfield, neuróloga y miembro de los Lores, de que «las redes sociales dañan el cerebro de los niños». Estas cosas nuevas en nuestros entornos siempre causan furor entre la clase de edad avanzada en nuestra sociedad o conservadores como se les quiere llamar porque aparentemente el ser conservador y tener 13 años de edad no les parece ni lo más mínimo incongruente a los gabachos de EEUU.
Cualesquiere que posee una cámara digital sabrá que la mayoría de esas artefactos posee un mecanismo que hace posible lo que en inglés se le llama como zoom. El zoom es una especie de teleobjetivo que hace posible ya sea acercar los objetos en la mira de la cámara fotográfica o alejarlos. Lo que yo quiero comentar con relación a mis sueños y este mecanismo moderno es que en mis sueños he tenido varias oportunidades de disfrutar de este aspecto tecnológico cuando sueño que estoy tomando fotos o hay una especie de relación entre una toma de fotografía y yo viendo el incidente. Sería fantástico poder disfrutar de esta tecnología para enfocarnos más en nuestros sueños, pero no es así el caso, así que dejen de fantasear tanto.
Todo esto me lleva a preguntarme qué tanto le afecta las nuevas tecnologías a la mente. Y este es el caso de la humanidad en mi presentación inicial ya que creo que no soy el único que ha soñado en donde el zoom hace acto de presencia en los sueños. Qué significa este nuevo ingrediente en nuestro repertorio onírico me tiene en suspenso no porque yo lo haya soñado sino porque es algo nuevo. Y ni modo que me digan que nuestros antecesores del siglo XV hayan soñado estos disparates.
Lo interesante sería saber quién, por ejemplo, soñó primero con un rifle, o una maquina de vapor, o un simple walkman. ¿Qué significan estos artefactos dentro de nuestros sueños? Se sabe de antemano que los olores afectan los sueños, o según nos quieren hacer creer. Soy partidario de que el inconsciente es una bestia incontrolable así que cualesquier duda al respecto de esta idea me da ronchas, aunque no quiera decir que no este dispuesto a nuevas interpretaciones. ¿Qué significa entonces cuando nuevos elementos del mundo exterior logran reproducirse en nuestros más íntimos ámbitos? ¿Qué impide que otros elementos ajenos a nuestro mundo penetre nuestros pensares cuya característica más obvia es que no controlamos nuestros sueños? Los contrincantes a estas preguntas me podrán responder que no pasa nada, hemos disfrutado de las tecnologías desde hace muchos años y son esencialmente una parte integral del imaginario de la humanidad y los otros, como yo, no podemos dejar que la fantasía deje de trabajar.
¿Y si nos hacen un hack un día de estos?