No tenía intenciones de escribir sobre el arresto y juicio de Tito Beltrán en Suecia. No es que crea en la justicia ni nada pero venga, caer en las redes de las leyes es una sentencia empalagosa en sí. Se le encontró culpable en una corte sueca que tiene más a perder en un juicio mal hecho que haciendo su trabajo y pues eso hicieron, su trabajo y el resto es historia como dicen por ahí.
Lo que sí me cayó en la madre es que me lo hayan querido maltratar en la cárcel. Ahora, que una corte lo haya encontrado culpable de violación sexual no quiere decir que no tenga derechos así como tampoco quiero decir que nada más por eso debe de merecer otro trato, para nada. Es un criminal y eso bajo leyes suecas. Según el estado sueco Tito Beltrán es culpable del delito de violación sexual y punto.
Lo que sí saca de onda es que los prisioneros de la penitenciaría que pisó no tengan cultura. O sea que el sistema correccional de Suecia que se jacta de ser uno de las mejores del mundo no puede tener entre su población una persona de la calidad de Tito Beltrán entre su población porque luego luego me lo quieren madrear por los delitos que cometió.
No quiero aquí dar una apología de los actos de Tito Beltrán pero sí quiero quejarme del trato que Tito Beltrán ha recibido en un presidio sueco.
Qué ignorancia transcurre en los pasillos correccionales de un país tan desarrollado como Suecia.
Que no sepan de la altura de una persona como Tito Beltrán es una ofensa. Pero los días del Marquis de Sade han pasado, han pasado ya. O quizá están en su mejor apogeo.
Noticias relacionadas: Detienen a Tito Beltrán en la calle tras fallo condenatorio