Be careful what you wish for

Uno de esos deseos que uno se carga en el consciente se ha hecho presente. Tengo varios dí­as deseando alejarme del blog en español. Y estos dí­as los dí­as pasan sin que me detenga a detentar la idea de que así­ ha sido últimamente. Otras ideas me roban la atención, energí­a y lo peor, la inspiración. Creo que les he comentado que estoy cursando un curso de maestrí­a en inglés y pues eso, eso me lleva a otros mundos del universo intertextualizado.

Como muchos sabrán, no le tengo amor al español por razones múltiples. Y estoy asqueado del español, del castellano. Lo odio. Más en especial porque en México no nos hemos dado a la tarea de cuestionar cómo es que nuestra imaginación está colonizada por el virus del Manco de Lepanto. Cualquier lector ávido a las letras del blog este suyo sabrá que escupimos con amor las sí­labas que componen las letras de Castilla a la alcantarilla que alberga éste odiado idioma. Este blog escupe profanidades hací­a la lengua que cuyo destino es la peste que lo trajo a mi lengua. No hay amor en él porque el idioma en uno nació del odio, es producto de una imposición. Así­ que hablo una versión bastarda del castellano hispanoamericano.

Así­ que es difí­cil por estos dí­as escribir en español, y por una buena de todas, le doy la bienvenida al writer’s block.

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