Charlie: real stories del Dandy del Sur

Aquí­ en este blog y en el otro hemos hecho alarde de la negligencia que existe en la cultura tijuanense por nuestro lado anglo. En otras partes hemos escrito raudales por ese lado gringo nuestro. Atreverze a cruzar la lí­nea, Was heisst Aufklí¤rung?, Impasse, Culture Shifters and Tack Federico en donde Federico Campbell hace mención de este bloguero tijuanense en Suecia en un artí­culo de él en Letras Libres.

Y este post va para aquellos que frecuentan el Dandy del Sur y todos esos que se dicen alabar el antro de mala muerte que tanto frecuentan sin nunca percatarse de la comunidad gringa que ese antro frecuenta.

Fue en el Dandy del Sur que conocí­ en persona al autor del blog Refried Gringo. Este vato es un cronista de la ciudad pero narra lo que vive en Tijuana bajo el idioma del inglés. A mí­ siempre me ha caido bien el vato, jode, sé inglés y me identifico mucho con lo que dice, chingao, soy tijuanense bilingíüe después del todo. Una vez que andaba allá en Tijuas se lo presente al PGBeas, pero ya saben cómo es el nortequiano, swallows loads of attention y lleva otro ritmo de vida, así­ que me sentí­ uncomfortable esa noche que le disparé al PGBeas unas carnes de esas que el Dandy del Sur tiene como botana después de atender su llamado: ¡sueco!. Estaba sentado en la barra, al lado del gringo. Me hallaba en medio de dos mundos. Me jale a David, antes habí­a mencionado que ahí­ estaba sentado el vato que describió en uno de sus posts. Esa noche disfrutaba el PGBeas la buena compañí­a de su amiga la Karinusha. Pero las personalidades tení­an otros pendientes que atender. Me imagino cómo reaccionarí­a mi amistad gringa tijuanense ante este espontaneo actuar de parte de la K y el PGBeas pero no logro ponerle palabras al hecho.

At seven, I left the Dandy Del Sur and wandered down Calle Sexta to El Fuente, expecting to take in the Padres game. Charlie was already there, his portable radio pressed to his ear

Es curioso, en realidad, cómo todas las muertes que Tijuana sufre una vino a caer aquí­ en mi rincón sueco. David dice que se tuvo que tomar mucho tiempo para poder escribir la muerte de uno de los protagonistas más frecuentes en los posts que publica, Charlie. Le dolió mucho la muerte de Charlie. David me lo presentó una vez, quizá dos veces o más. Y con esa memoria que me cargo lo tengo presente, un sujeto que inspiraba a no cruzarlo como un cerco invita a respetar una propiedad. Para mí­ era un viejito más, quizá un tanto excéntrico porque se sentaba en una esquina del Dandy del Sur, cerca de los baños, los gringos tienen esa esquina como suya y las meseras saben quienes son los clientes de planta: ellos. Solí­a tener un radio pegado al oí­do, escuchando los partidos de beisbol. Era gente del centro pues en mis caminatas durante mis estancias en Tijuana solí­a verlo caminar por las calles. Tení­a un paso determinado pero nunca lo procuré, ni quize entablar alguna conversación más allá de un saludo, a estas alturas de mi vida, sé de antemano que hacer una amistad requiere mucho tiempo y mucho más quizá si somos de dos razas diferentes.

En fin, Charlie is dead now. Un habitante que nunca más podrá beber en el Dandy del Sur.

Si saben inglés y quieren leer historias del Dandy del Sur no hay mejor crónista que David, así­ que léanlo, mientras dure, el blog, no sean morbosos.

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