Con eso de las vacaciones uno como profe tiene ciertos días de asueto, en mi caso casi 10 días antes de regresar a las aulas de la prepa en que enseño inglés pocho de califas. Mas soy un tonto, simplemente no sé descansar. Así que siempre estoy en pos de algo, o como diría antes, ando bien sobres. Ayer estuve haciendo multitud de labores domesticas y hoy me di a la tarea de bajar un libro audio para la caminata que me había programado desde ayer. Así que le quité el mp3 player a mi hija de 13 años y me dispuse a descargar un libro audio de LibriVox. Opté por Mijaíl Alexándrovich Bakunin, Dieu et l’état. Casi me arrepentía de ponerme a escucharlo. Mas las buenas vibras de las pascuas me han hecho el favor de virarme hacia un buen audio-libro. Jode. Qué tienen estos rusos que se adelantan a todo, como lo escuché de un profe en la universidad de Estocolmo, whatever it is, the russians have done it first.
He escuchado casi tres horas de lo que son casi seis horas de audio y estoy contentísimo de haberle elegido. Recordemos que el libro fue escrito en 1871. El libro es narrado en inglés, off course.
Me fue refrescante escuchar este libro porque los tiempos son propicios a ellos ya que en mi país, México, estamos sufriendo una intromisión de la Iglesia católica en nuestras vidas sin precedente alguno. Es bueno recordar las viejas premisas que nos hicieron alejarnos de la Iglesia y esposar un estado laico. Durante mi caminata escuchar la lectura del audio, narrado por la voz británica de CarlManchester me hizo recordar mis raíces intelectuales y mis resistencias hacia la iglesia como mediador entre una población y sus respectivos políticos.
Ver mi post anterior a este para abordar un pequeño barrunto a lo que me refiero.
A la misma vez me hizo recordar cuan impregnado estoy de lo que se podría considerar como bagaje intelectual del Occidente, para poder entender a Bakunin hay que tener historia y referencias a las sociedades del mundo occidental del siglo XIX y con eso digo una visión netamente eurocéntrica pues el pensamiento de Bakunin está cimentado en una tradición, por lo menos en este libro de Bakunin, netamente europeo y además patriarcal por eso de que la mayoría de las alusiones que hace a los pensadores suelen ser hombres. Las mujeres lucen por su ausencia en la narrativa de lo que por otros tiempos sería una obra par excellence que antecedió al mismísimo Georges Bataille por muchos años.
Aquí fue refrescante poder ver la Palabra cristiano del modo en que debería de verse y cuestionarse con antecedentes históricos y además con detalles y opiniones que han formado a entes, ya sea parcialmente o enteramente, como el presente narrador de lo corriente a mano. Con esto confieso que albergo muchos de las ideas de Bakunin dentro de mi repertorio personal sobre la vida espiritual del hombre y las actividades políticas en este planeta llamado Tierra. En retrospectiva creo que muchas de sus ideas espirituales no son aceptadas ya que el autor está etiquetado como anarquista, cosa que no está mal en sí, pero creo que al legarle un estatus de autoridad en anarquismo, las ideas sobre el poder de la religión en la humanidad pasan muchas o más de las veces, desapercibidas.
Escuchar a Bakunin también es un refrescante acto de actos históricos que de manera sorprendente califican el día actual de nuestros días con una precisión casi increíble de aceptar que le atina a los desaciertos de una sociedad cuyos saldos han sido todos menos blancos.
En fin, las primeras 3 horas con ese autor ruso me ha hecho sentirme bien este día de pascuas y me ha hecho reflexionar mucho sobre el estado actual del cristianismo hoy en día.
política, Bakunin, cristianismo