Un triptych minifix en Tj speak: hedonismo

Lsiten as you read! Tijuana for Dummies – (Morgan Page Bootleg Remix)

– Qvo cabrón. Me dijeron que te habí­as arranado, qué pex con that ese?

– Nix, lo que pasa es que me clavé en una morra bien gacho joms. Wacha. ’taba tripiando acá bien curada, agarrando un chingo de cura solapas, andaba medio cuajadillo pues me eché un brinco a Los con 15 pollos y pues ya sabrás 300 bolitas en los tramos. Me quedé en Sydro, tirando rol, wachando el show y pues se me aparece la Kati, una morra curada, de ojos verdes, pelo castizo, culito firme puesta y dispuesta. Pinche morra sabe culiar a lo pendejo. Y pues ya sabrás, quedé prendido del animal.

– Chin. Y qué onda, presenta ¿no?

– N’ombre, pinche morra, me quemó a la verga, se hizo maje como que no masticaba el castellano y puro gíüiri gíüiri se la llevó y yo pedo y pedo, bien babelucas me comí­ el verbo de la morra hasta el último nikle. El show duró como tres semas pero en cuanto me quede sin cacharpas valió madre el show. La morra dio con otro vato más cuajado que yo, y ni qué hacerle, el vato era más perrón que yo. La jaina se la pasa tirando barra en el cantón de ese gíüey, a sus pinches anchas, ya sabrás, se avienta unos jales bien curados pues.

– Uta, ni chance de echarse un taco de ojo.

– Valió la pena.

– Ya van a dar las tres, ¿hay que chingarse unas chelas no?

– Agíüelita de Batman.

– Ya rugiste cabrón.

*

The funny thing about these nights son las estrellas. El frí­o. La noche en tu piel. One feels el respirar, el latido del corazón, cada momento vibrar. You see around you cada second like a meaningful part de tu High Life, it’s freedom. Y sabes, one knows, how precious cada momento es, cada segundo palpitando esa amenaza que threatens your freedom. Y las miradas desconcertantes de los pollos, aguardan tu cada movimiento, pero uno aguarda el paisaje, las ramas, el viento, la migra. La brisa del mar llega a mis olfatos, siento el lodo hundirse en mis pies, y lo peor de todo es la madrugada, en medio de esta tierra desolada. It isn’t la burra, bajarse y correr a todo lo que da al cerco, nix, la emoción está en escabullar a los cacos, a los que brincan de la nada y quieren tu lana. Sino que es la espera, esperar, to wait, y el cigarro, ese cigarro, nunca ha sabido como nunca antes.

Es un brinco nada más, es nada más de llevarlos a la carretera, y ahí­ aguantan unos vatos y ellos hacen el resto del jale.

*

– Chale, I met this vato Lucy, es un pollero de Tj, lo conocí­ en una cruda, traí­ba feria y pues me lancé, I didn’t want to perrearla too much, so solté nalga, you know. Le tire el sable bien nice you know, así­ que me hice la pochita, pura tataracha compa. Lo aperingué luego luego. El sayo hizo el paro unos dí­as, mientras me curaba la malilla del party del hector, remember him? El vato no estaba tan tirado a la calle pero para perrearla mejor yo sola.

– ¿Y cuándo le vuelves a cae al terre m’ija?

– En cuanto desfané al nuevo sayo que me cargo, el pedo es que está cuajado y bien parado y además no tiene ruca así­ que quien quite y pegue chicle you know?

– ’irela, ni quien la wachara.

– Simón, el pedo es que hay competencia, el otro dí­a trajo una morra más morra que yo, pero mientras uno no la haga de pex no hay tox y luego habí­a loquera pa’rato, pisto, yesca y unas lí­neas for free ni quién diga ni pí­o ¿no?


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