El Revés Del Alma: Carla Guelfenbein

Pocos son los libros que termino y más raros son los autores a los que me da por conocer su obra completa (o casi). En ese último ejemplo se encuentran la chilena Isabel Allende, el nipones Yukio Mishima, el inglés de origen nipones Kazuo Ishiguro, y el Xicano Richard Rodriguez por sólo mencionar los que tengo en la cabeza al escribir lo siguiente.

Creo que algunos libros están entrando al ámbito de las novelas televisivas. Quizá se deba a que hay más personas en el mundo iberoamericano que están pasando esa barrera psicológica del estatus social y mucho más adquieren estudios superiores no ya de secundaria sino de preparatoria y eso impulsa la demanda de literatura. No es un criticismo despectivo, para nada, no quiero comparar una telenovela con una novela escrita ni mucho menos quiero insinuar que los menesteres de la literatura femenina son de menor importancia, aunque se niegue que tal cosa exista y que sea de menos importancia para la humanidad lo que serí­a una patente falsedad ya que aquí­ nunca nos hemos dado a la tarea de hablar por otros y mucho menos por toda la raza humana.

Tal es el caso de El Revés Del Alma de Carla Guelfenbein (aquí­ ya habí­a escrito algo de ello antes) y jode, si hasta en su propio paí­s le dan carrilla a la escritora. Tendrán sus razones y las tienen muy bien detalladas.

En lo particular me gustó mucho el paisaje, la descripción de la naturaleza, si hay algo beneficioso en leer literatura de otros paises hispanoparlantes es la manera en que utilizan el lenguaje para detallar sus entornos. Y ahí­ no falla Guelfenbein. Nos recuenta un Chile con palabras que no se usan a diario en México y eso es en sí­ refrescante ya que la naturaleza juega un rol importantisimo para nuestro bienestar. Otro aspecto que me gustó es que los hombres toman un segundo lugar en la moralidad femenina. El hombre es una bestia que no distingue las sensibilidades femeninas ni mucho menos el cuadrante ético de una mujer aunque Guelfenbein juega, roza con la pederastia sin darle más importancia que un acto intrafamiliar el cual no recibe castigo alguno. Las mujeres son el eje central de la novela y habla de franquezas que quizá se podrán comprender mejor en paí­ses más o menos desarrollados como lo serí­a siendo España, quizá el mismo Chile o Argentina por mencionar algunas sociedades que tienen una clase media en desarrollo. No, no le estoy dando una lectura Marxista a la novela, nada más lejos de la realidad. Pero venga, ¿cuántos pobres en México, Ecuador, Bolivia, tendrán problemas de bulimia o anorexia? Y es que la problemática de la novela se centra en personajes cuyos problemas son, en verdad, lejos del imaginario de latinoamérica.

Decí­a, no terminé la novela, la entregué a la biblioteca hoy después de tener en mi posesión el tomo por más de dos meses y el que, de por cierto, me costó una pequeña multa por cuestiones de retraso, me costaba retomar la lectura y por fin, hoy, decidí­ regresarlo al estante en donde lo encontré.

Un dato antes de cerrar este post. Creo que los monolingíües se restringen así­ mismos y en especial los hispanos. Y esto me trajo a memoria aquel dicho de Carlos V. Y es que el español se concentra demasiado en el alma, ¿por qué no en la mente? No es que no me haya gustado el giro lingíüí­stico que Guelfenbein le da a la problemática que pinta porque pinta muy bien un cuadro de mujeres cuyas debilidades son sus fuerzas, muy allá ella en sus recursos literarios pero creo que eso del alma simplemente ya está pasé. ¿Por qué no incorporar lo que Virgina Woolf insta en Modern Fiction? Explorar el stream of consciousness ….

Referencia bibliográfica: Guelfenbein, Carla. El revés del alma/ Madrid: Alfaguara, 2003. 307p.


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