Yonder Lies It

Mi voto para presidente por México

Históricamente los males de México vienen de un conservadurismo cuyos vestigios se remontan a las estrategias polí­ticas de una élite cuya visión de la nación mexicana ha sido y será la de tenernos en cortito.

Sirvámonos del conflicto Palestino-Israelí­. Mientrás que el gobierno Israelí­ arguyé terrorismo y derecho a la defensa propia para justificar sus actos bélicos en contra de la población palestina no se puede evitar observar que entre más castigada es la población palestina más avanza la sociedad Israeli en terminos económicos y tecnológicos dejando atrás al pueblo de Palestina en la miseria y fuera del avance tanto personal como nación. Al paso que va, tardarán decadas para que Palestina alcance al pueblo Israelí­.

Por igual, la élite mexicana conserva su poder gracias a que mientrás ellos gozan de todo, con un sistema de derecho hecho a su imagen y semejanza, la absoluta mayorí­a del pueblo mexicano sigue en la miseria. No hay avances para la población. México sigue siendo una nación cuyo poder económico no se refleja en su población, donde la labor se paga con salarios infrahumanos que desembocan en la explotación de la labor humana que ahí­ hay bajo un liderazgo que no se cansa de explotar un lenguaje caduco como el que existe en la teorí­a del neoliberalismo, donde competitividad significa monopolio, y salarios í­nfimos.

Y la verdad es que con el PAN nos comimos el verbo. El PAN siempre ha sido compinche del PRI porque ambos son de derechas aunque digan que son de Centro, de centristas no tienen ni la ambición a ello. Es por eso que cuando estaba el PRI por caerse de la gracia de los EEUU, el PAN, con todo y su pasado, fue la mejor alternativa para la élite mexicana y sus intereses en la nación.

El ’cambio’ nunca ocurrió ya que la propuesta neoliberal siguió en pie. Cualesquiera que lee economí­a podrá darse cuenta que tan bien le va a México. México en este caso se trata sobre la élite mexicana que aún está acostumbrada a ver a México como su empresa privada y su población como su servidumbre. En el exterior son causa de pena ajena, son ultraricos pero no les queda al abrir el hocico.

¿Han mejorado las escuelas? ¿Hay impartición bilingíüe en las clases? ¿Son los profesores mexicanos los mejores en su ramo? ¿Hay una visión para salir del bache educativo en que nos encontramos? ¿Tiene todo mexicano derecho a una educación superior?

En México apenas si estamos disfrutando de la ilusión de una democracia.

El gran ’cambio’ empezó con el Chikali boy de origen Defeño Ernesto Zedillo sólo para después seguir con el Vasco de Guanajuato, Vicente Fox. Fox malinterpretó su mandato. Estoy seguro que llegó con muchas ambiciones pero como los generales de los EEUU en Irak, los quienes no supieron tentar la situación iraquí­ al desmantelar la infrastructura del poder del regimen de Saddam Hussein, dejando así­ un hueco sin tener algo en mano con qué rellenarlo, Fox quizo hacer lo mismo, a diferencia de que la infrastructura del poder del PRI quedó basicamente intacta y así­ parándole sus tacos.

Quizo.

Recordemos que Fox quizó sacar al cuerpo diplomático mexicano, cuya vasta experiencia, pulida hasta el brillo, en la Doctrina Estrada, de su pequeña y lujosa cúpula, vaya, hasta Profirio Muñoz Ledo recibió los beneficios de esta mal calculo polí­tico de Fox. El cuerpo diplomático no podí­a ser suplantado sin tener otra Doctrina en mano y con gente adiestrada en ello.

¿Y el dream team de asesores cuyo fracaso quedó en el olvido ya?

Quizo sacarlos de sus posiciones sin lograrlo. Lo mismo sucedió con Hacienda ya que esa institución quedó en manos de los compinches de Carlos de Salinas de Gortari. Esta problemática de querer sacar personal al cambio de poderes polí­ticos, o alternancia para usar una frase popular, también se vivió en Tijuana cuando los gobiernos panistas, durante el mandato de Ruffo Appel, intentaron desalojar a los burócratas, atrincherados en sus oficinas, del gobierno prií­sta.

Fox se cansó de darle batalla a la élite para después ser seducido por ella. Si Fox vio que el pueblo, al votar por él, votaba porque ya estaba cansado del PRI y sus practicas guvernamentales, no podremos saberlo hasta el dí­a que recurra a una biografí­a personal. El sistema polí­tico de la élite mexicana prosiguió he hizo lo que mejor sabe hacer, formar el estado mexicano a su imagen y semejanza.

Lo único que cambió en México fue el estatus del polí­tico mexicano. Bajo las auspicias del PAN, la profesionalización del polí­tico mexicano fue la única forma de empleo que logró avances económicos gracias a los puestos polí­ticos que el PAN se inventaba en cada gobierno que ocupaba con tal de que sus adherentes le fueran fiel al mismo tiempo que recurrí­a a las despedidas masivas de empleados federales con la argumentación de que habí­a que recortar el presupuesto federal. Austerismo anyone?

Venga, todos los polí­ticos tienen cola que les pisen. Inclusive AMLO, Calderón, y ni hablar de Madrazo. El partido de AMLO, comúnmente denominado PRD, por mucho alarde que hacen de las administraciones del PAN dejan intactas las ’reformas’ y posiciones, salarios amén de infrastructuras construidas con la polí­tica del panismo una vez ya en los recintos de las instituciones que conforman nuestra democracia. Hasta la fecha no he visto ni leido mucho de que los perredistas nieguen recibir los salarios escandalosos que los panistas reciben/recibí­an del erario mexicano.

No creo en la argumentación de que hay que votar por el menos malo. Yo no voté por Felipe Calderón porque sé que el sistema polí­tico que hoy tenemos continuarí­a siendo él presidente. No hay una visión para mejorar lo poco que se ha logrado como tampoco hay una propuesta digna que me convezca de que Felipe Calderón quiere lo mejor para México. Lo malo del PAN es que todo lo que se ha mejorado ha quedado en manos privadas. No me pregunten por Madrazo porque por el PRI no votaré jamás de los jámases. Voté por AMLO. Lo hice porque a diferencia de Felipe Calderón, López Obrador tiene un plan para México que sé que puede llevarlo acabo. Llevó acabo lo que planeó en el DF y eso si es apenas una pequeña muestra. Obrador tiene los conectes, está conectado con la infrastructura del poder mexicano. Que Obrador no haya caido en desgracia con tanto la élite mexicana como con los EEUU dice volúmenes de su capacidad de liderazgo.

Bien se podrí­a argumentar de que no se sabe cómo será AMLO una vez ya en el poder. Tampoco sabí­amos como gobernarí­a Vicente Fox. Lo repito, en México, la ilusión de la democracia está en su infancia y AMLO no puede ser más peor que el PRIAN. A México, el pueblo, hay que darle la oportunidad de experimentar todas las matices de nuestro arcoiris polí­tico, para ahora sí­, saber si hay pierde o no. Ha sido un voto arriesgado, lo sé, más ahora sólo quedá el futuro y el futuro me dirá si voté mal o no, cómo cuando voté por Vicente Fox en el 2000.


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