Nuevo Foreign Affairs en Español Parte I

Del artí­culo Democracia en América Latina 1

sostenemos que el nuevo populismo (neopopulismo) de nuestros dí­as, asociado y en tensa relación con los fenómenos de democratización más recientes en América Latina, no tiene elementos ni de uno ni de otro; es decir, ni de democratización ni de modernización. Es más, el neopopulismo de nuestros dí­as se convierte, de alguna manera, en uno de los principales obstáculos tanto en términos de la consolidación de una democracia estable como de una auténtica modernización de nuestras estructuras productivas. […] El neopopulismo de nuestros dí­as es más estructurado que este ”ciclo populista” caracterí­stico de los años ochenta, aunque contiene una paradoja: es un populismo, por así­ decirlo, con cierta responsabilidad fiscal, bastante alejado de los procesos de hiperinflación y déficit fiscales crónicos de los años ochenta.

Este artí­culo es una defensa del sistema ecónomico neoliberal cuyo propósito es definir lo que el neopopulismo significa para los adherentes del neoliberalismo. Argumenta en contra del populismo pero se deja ver un miedo que proviene de la vieja Guerra Frí­a y el espí­ritu de Ronald Reagen rondea las esquinas del argumento. Y es que siguen dando lata con la misma canción.

Las polí­ticas de economí­a neoliberal son la panacea para el desarrollo de América Latina blah blah.

Hasta la fecha estas polí­ticas sólo siguen sosteniendo a una oligarquí­a con tendencias monopolisticas, como se vio en México con la Ley Televisa. Las practicas económicas del neoliberalismo no han sido efectivas y si mientrás el artí­culo lo aborda lo malo es que no ahonda en el tema. Lo único que se ha visto con los neoliberales es que saben promover su mensaje mucho más mejor que el llamado neopopulismo.

Otra cuestión es que los que hacen defensa de sus teorí­as económicas lo hacen sin darse cuenta que ellos mismos están poniendo una lupa a un problema cuyos esquemas e ideologí­as están firmemente arraigadas a los ideales del Imperio norteamericano.

Hay un estereotipo de Latinoamérica entre los anglosajones que ya nadie cuestiona y que bien se creirí­a uno que se trata de un enfermo mental sin remedio alguno. Otro mal de los neoliberales es que nunca toman en cuenta que hasta los EEUU tuvieron que recurrir al socialismo para salir del hoyo en que se encontraban en 1930. Así­ como nunca se menciona que los EEUU recurre a subsidios para sus propios ciudadanos que se encuentran en la pobreza amén de los subsidios para las grandes empresas.

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Este otro artí­culo le sigue la corriente al otro. 2

La victoria de Evo Morales en diciembre, un indio aymara que encabeza el Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, ha alentado a los partidarios al cambio y producido nerviosismo entre los que están preocupados de que estas elecciones puedan conducir al distanciamiento del modelo basado en el mercado defendido por Washington. Sin embargo, si evalúan la situación cuidadosamente, es muy probable que la izquierda se vea frustrada y que la derecha encuentre que ha exagerado sobre el grado de cambio que vendrá este año porque, con algunas excepciones, los votantes probablemente no alterarán de manera fundamental la dirección económica del continente. […] El electorado mexicano enfrentará algunas opciones claras el dí­a de la elección: Roberto Madrazo, del PRI, ha prometido modernizar su partido, pero ha provocado una grave escisión interna mediante el uso de viejas tácticas; Andrés Manuel López Obrador, del PRD, ofrece desde soluciones populistas a los años de austeridad que se han vivido, y Felipe Calderón del PAN, quien no proviene del neopanismo de Fox, ala neoliberal de su partido. Sin embargo, los analistas pueden exagerar fácilmente las diferencias programáticas entre estos candidatos y sus partidos. De cualquier forma, ninguno de ellos cambiará drásticamente la dirección de las polí­ticas públicas mexicanas. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ata a México a la agenda neoliberal, además de que una parte significativa de la sociedad mexicana se ha beneficiado del tratado. Más aún, ninguno de estos candidatos contará con una mayorí­a que lo respalde en el congreso, así­ que es muy probable que el conflicto partidista restrinja un cambio importante de polí­ticas en los próximos tres años, por lo menos. Así­, la inercia mantendrá a México en la senda neoliberal en el futuro previsible. […] Los crí­ticos progresistas del neoliberalismo y la influencia de Washington en América Latina proclaman la perspectiva de una inclinación hacia la izquierda en los gobiernos de la región como resultado de este ciclo electoral. Los analistas más conservadores y la propia administración Bush expresan su alarma porque la izquierda pueda llegar al poder en tantas naciones latinoamericanas al mismo tiempo. Es muy posible que en 2006 el sueño o la pesadilla no se vuelvan realidad para ninguno de los dos bandos, ni tampoco en los cuatro a seis años en que aquellos presidentes electos gobernarán. Más candidatos conservadores tienen una buena oportunidad de ganar en Brasil, Colombia, México y Perú, de entre los paí­ses grandes, lo mismo en Honduras y Nicaragua.

Como decí­a, pareciere que todos creen que el paciente sufre de una enfermedad mental y que lo único que puede curarlo es una ideologí­a con raí­ces en Washington. La problemática de estos ensayos es que adquieren una forma bizarra cuyo análisis se centra en hacer prognóstico del futuro utilizando el pasado como medidor de comportamiento y así­ poder predecir las formas de ser. Digo bizarra porque es una caracterí­stica netamente protestante y lejos del catolicismo jesuita cuya filosofí­a es opuesta al Calvinismo.

Además, este ensayo se enfoca demasiado en las dictaduras con apoyo militar que Latinoamérica ha sufrido mas una dictadura que México realmente no ha visto pues la bota del ejército a permanecido, en la mayorí­a del tiempo, en las barracas y no bajo su cuello como en Chile, Uruguay o Argentina.

Por ende, el análisis carece de valor para el lector mexicano si es que este busca un significado para él u ella como mexicano. En total, es un buen resumen de las elecciones por haber y ya hechas realidad en Latinoamérica.

Relacionado: ¿China corteja a Latinoamérica?, A cien dí­as de gobierno: Evo Morales


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