Xanthic – No me cabe la menor duda de que sé sueco, otra cosa es hablarlo. Es por eso que leerlo no me causa estragos como cuando lo hablo. Lo que pasa es que hablo sueco a la mexicana, a veces a lo Xicano. O sea, no por decir que eres un idiota, oh estimado y accidental lector, hablo sueco como si hablará español o inglés, las cuales son mis lenguas maternales. Y he ahí la problemática que me deja a orilla de un cañon viendo la orilla al otro lado del cañon, midiendo la distancia que hay y observando el abismo que hay que atravezar para lograrlo. Saber sueco no es lo mismo que hablar sueco. Todo se reduce a ciertos matices, como la diferencia entre chilo, expresión norteña y chido expresión popular y nacional de México. Cada palabra tiene su uso debido y si mientras decir ”ese es un perro de la chingada” puede variar por contexto, otras palabras pueden variar por intonación como cuando un ser homosexual dice ay como expresión femenina y cuando alguien por dolor se queja y dice ay.
Watchet – Nadie dijo que ser immigrante es un paraiso. Yo le hago como Lucille Ball de I love Lucy, en un episodio en el que la actriz, tachada de lorenza por el aparato militar industrial de los EEUU, se encontraba en Francia. En una situación en la que se encontraba en la cárcel, la comediante más querida de los gabachos, dijo que no entendía ni madres a los franceses porque todos eran unos extranjeros. Así yo, todos los demás son extranjeros para mi, así viva y haga vida en Suecia.
Phoeniceous- Nunca en mi vida me había sentido americano hasta que llegué a Suecia. Y es que si mientras un mexicano puede llevar consí una multitud de sombreros que le dan identidad, uno puede ser mexicano, indio, mestizo, norteamericano, latino, hispano amén de los regionalismos,tomar como ejemplo los mios, a la vez soy cachanilla, tijuanense, baja californiano, y hasta xicano, lo que más me da orgullo a veces es ser americano. Y es que ser americano me hace sentir joven, un niño cuya historia no está escrita aún, algo que me da aires de alegría saber pues así no cargo las culpas de los padres ni la putas historias del pasado y las crueldades que los europeos llevan colgados en cuello como penitencia que nunca logran quitarse de encima.
Coccineous – Los hombres con principios nunca me han caido bien. Es lo más hipócrita que pueda existir en la faz de la tierra. Los hombres con principios son unos conservadores irremediables que nunca te dirán cara a cara lo que realmente son, lo esconden, lo utilizan para hacer que los demás den la cara pero nunca dan ellos la suya. Son parte de una cofradía secreta donde los principios son meros vestimentos morales para dar la ilusión de caracter intachable para aparentar lo que no son. Un principio es una verdad y esa verdad nunca aceptará ser otra cosa más que la verdad. Los hombres con principios se juntan así, todos ellos creen en una verdad y esa verdad te la quieren meter a la cabeza a huevo. Como por ejemplo, esa mamada de ser monógamo. Nadie en este puto planeta es monógamo. Todos al último son infieles de alguna manera u otra.
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