De todos los hispano parlantes en el mundo, los mexicanos semos los que más usamos el español. Es por eso un fenómeno lingíüístico que su uso no transcienda las fronteras de la nación que alberga la riqueza de este uso. Más aún fenomenológico es el hecho de que en España no se hayan percatado de ello siempre y al cabo que los diccionarios que de ahí emanan no reflejan de ninguna manera el estatus del español actual, moderno o como lo dice Microsoft Word, España, Español moderno. Moderno, pero para los madrileños, la capital del universo como diría mi amigo y fiel compañero de la vida, Ernest Hemingway. Aunque que aquí no guardamos ningún amor a la capital de España y los lexicógrafos que ahí guardan guarida de las voces como la mía. En Madrid no hablan español tijuanense ni muchos menos mexicano.
Hay que hacer una distinción clara entre el Español y el Castellano. Hay lo que se llama como español global, un español que todos entienden, un español que carece de, lo que se nos ha enseñado a señalar bajo tintes despectivos, como regionalismo [la maldición Benedetti] y que aquí en la gélida Suecia [Descartes murió aquí] como en Tierra del Fuego es un español que todos entienden. El castellano se está tornando un aristócrata burdo, seamos francos, porque en realidad, si hay alguien en este planeta que puede reclamar el nominativo castellano son aquellos que provienen de Mancha la Castilla, pero no, ahí tienen ustedes clases de de toda índole social haciendo proclamas que ellos y ellas hablan ’castellano’ como si castellano fuera un lenguaje de prestigio al cual aspirar como cual niño que aspira a ser presidente algún día.
El Español de hoy en Tijuana sufre de muchos vituperios. Es por eso que en Tijuana nos caen gordos los que vienen a decirnos que el español tijuanense no es español, que así no se dicen las cosas, foráneos con ínfulas de saber mejor español que los tijuanenses y además con ínfulas de querer poner en orden lo mal dicho, lo mal hablado y bueno, con egos más grandes que el CECUT, aunque, hemos de confesar, el CECUT está como está porque precisamente ahí es donde los egos más chonchos encuentran guarida para sus nefastas ideas de que en Tijuana, no hablamos español.
A esa gente hay que tenerle lástima porque hasta la fecha nadie ha podido detener el avance del español tijuanense. Aquí, aquí y aquí hemos argumentado hasta el cansancio en que las cosas no son como las pintan los intelectualillos peseteros al servicio de la ínfima organización criminal Limpia, fija y da esplendor.
Todo esto porque estoy contemplando sacar el vocabulario de Peregrinos de Aztlán, de Miguel Méndez, a un documento que albergue las voces de la frontera de Tijuana ahí. Fue en una lectura de repaso, página 68 de mi edición ERA, cuando deparé en la voz vide en la frase Ya la vide.
Vide es una voz que escuché mucho durante mi adolecencia e infancia en Tijuana. Mas vide parece tener otra voz en Madrid
vide Expresión latina, equivalente a «véase», que se emplea en los escritos para remitir al lector a determinado lugar de ellos o a otro texto. íž *Nota, *referir.
del diccionario de uso del español María Moliner. El diccionario español más revolucionario, ampliado y mejorado en su nueva edición.
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