Ahora, se me acusa de que mi crítica es vulgar, insana (sepa que sea eso, ya estoy como Fox (ambos cuatro)) [a lo mejor insane?]. Que no mido distancia ni sigo protocolo, que no hay pues respeto para estos señores «Rafa et al» que dejan en tal alto el nombre de Tijuana [porque nótese, dónde se es posible, que la voz femenina de Tijuana no existe [a no ser que Cristina Rivera sea tijuanense porque uno no sabe qué es (más que fronteriza)]
Escribía esto sobre Rivera Garza, ahora sé que es de Toluca, gracias al Charkito.
Lo que efectivamente hace que el liderazgo femenino dentro las letras cibernéticas o la blósfera tijuanense quede no ya en un aparente vacio sino claramente en el vacio. No existe, que yo sepa, una voz femenina que defienda a capa y espada el femenisno tijuanense, bajacaliforniano. La única chica que retomaba cuestiones sobre el femenisno era la fotógrafa Sandra Bello, tijuanense par excellence, de Reacciona Mujer con Furia.