La Erica es la única amiga que tengo con lazos que van hasta la primaria, de la Alba Roja. La única que guarda fotos de la vieja institución, no de la nueva. La última vez le pedí permiso de escanearlas, pero mejor sería sacarle agua a una piedra. Se está haciendo una señora, de esas ñoras de las cuales nos reíamos tanto cuando nos veíamos en el Casablanca (una disco a un lado del viejo cine Reforma) los domingos aquellos casi míticos ya. Siempre que voy a Tijuana no fallo en verla, es el conecte, me cuenta los chismes y cómo les va al resto de las amistades esas viejas de antaño ya. Es la única persona con la que tengo contacto via messenger, con otro correo electrónico exclusivo para ella y el único messenger que tengo prendido todo el tiempo por si se afoca, lo cual es cada luna azul.
Ayer hablé con ella, de suerte se metió a un internet para escribir un correo y que la cacho online. Qvo. Fueron unos ricos 15 minutos en el valle de las memorias. Me encargo una botella de aceite de oliva virgen. Le gustó uno que le llevé la última vez que estuve en Tijuas. No es de más decir que la idea se le hizo rara la primera vez que le suguerí un platillo hecho a base de aceite. Ideas locas de europa esas que agarras allá aquí no rifan compa, me dice. Aquella vez fue un Alpuoliva que un español en los dormitorios en donde vivía en Estocolmo me convido. Fueron platillos sencillos, cosas que yo hago aquí a la carrera o simplemente para matar la lombríz. Le hice unos panes tostados a los que les puse un chorro de aceite para el mientrás y le serví una copa de un LA Cetto, Nebbiolo R.P. que había abierto una hora antes. El aroma que emanaba del pan tostado le encantó. Hice un arroz rojo con cebolla, un poco de ajo con camarón fresco y lo preparé a la vieja usanza tijuanense, con crema fresca y limón pero el toque fue cuando refrié el arroz en aceite, el olor del aceite le colmo los sentidos olfatatorios. Quedó deleitada. Esa siempre me ha seguido el rollo y aceptado mis cambios, hasta los culinarios por lo visto.
Technorati Tags: cuento, Baja California, Tijuana