Leyendo a mis contrincantes sobre el significado que Aztlán, Chicanos, pochos, Xicanos y Mexican-Americans tiene en nuestra ciudad fronteriza sobresale, aparte de su rechazo bajo premisas que dejaron ver su desprecio hacía esta cultura que brinda un puente entre México y los EEUU, que no hay más conocimiento hacía ella que el desprecio que el costumbrismo utiliza para generalizar asuntos que no se entienden del todo.
Ante todo la idea que se tiene que no es cultura y que no hay cabida entre dos culturas como la Mexicana y la Gabacha (decir Norteamericana significaría que México esta incluido) siendo que los Xicanos no han sabido más que caminar sobre puentes para evitar el desprecio que estas culturas brindan a la cultura de Aztlán.
Aquí lo obvio es ver como los monolingíüistas aplican su uni-mundo a un concepto tan complejo como lo es Aztlán.
Sienten tristeza, pena, creen que ser bilingíüe significa traición, “no es de aquíâ€; la sola idea de vivir otra cultura aparte de la mexicana es inimaginable, se torna exótica, raro, extraño, lo Otro (por eso abundan frases en nuestro vocabulario como “medio gabacho, pocho, agringado, sold outâ€).
El Xicano o la Xicana no sólo tiene que caminar en medio de estas dos culturas sino que también tiene que aprender a vivir en ellas, en un constante ir y venir.
Por eso El Xicano se rié de ver en carne viva lo que se aprendió de ello leyendo, viendo en un mundo ajeno, un microcosmo de ello en casa, sí, no alcanzamos a ver del todo por unos años ambas culturas en su totalidad.
Es más fácil reírse de lo payaso que son las culturas tanto Mexicana como EEUU, se pierde la seriedad que por ejemplo, un Mexicano le tiene a la bandera mexicana o un estadounidense a la star-spangled.
Sí, no sabemos que hacer cuando se nos ridiculiza por sacar a flote ciertos comportamientos mexicanos en entornos gabachos y ciertos comportamientos gabachos en entornos mexicanos. Se jactan, se burlan, nos dejan ver que el rey ¡esta encuerado! Así como Eva y Adam, como cuando el mundo empezó. La vergíüenza que después se torna en sorna porque eso sí nos hacen ver, dizque traición porque no sabemos que hacer (una experiencia dolorosa para todo Xicana/o es saber canalizar correctamente este tipo de emociones)
No es vergíüenza, si no dolor de rechazo, de que no lo acepten a uno como uno es.
Somos observadores por naturaleza de nuestros entornos.
Cuestionamos el medio ambiente que nos rodea y no somos pasivos ni dociles ni sumisos como las culturas monolingíües mexicanas y gabachas porque queremos tanto hacernos pasar como nativos que miramos bajo el microscopio cada comportamiento para luego aplicarlo en su entorno.
En ese aspecto hasta científicos somos porque es de nuestro primordial menester nuestras culturas que nuestras madres, nuestros padres nos han dado. Así que tan ignorantes no somos, es una falacia decir que no sabemos ni una ni la otra cultura, sí, sabemos y sabemos dos. Lo que les da rabia a estos lectores es que somos libres de elegir entre estas dos culturas.
So tenemos que saber quienes son para poder ser nosotros mismos. No vivimos como al día rutino, ni cotidiano sino investigamos, por eso los símbolos que usamos sabemos despiertan emociones en ustedes los monolingíües, monoculturales.
Lo curioso es que ustedes nos piden a nosotros siempre una especie de lealtad, que si este país, que si este otro.
Muchas veces les seguimos el rollo, pero no porque seamos más leales a un país que el otro, lo que no comprenden es que amamos nuestras culturas, ambas y por eso nunca bajamos la guardia, sabemos que saben de nuestra doble naturaleza pero no saben ponerla en palabras, mas nosotros sí, por eso vemos desde la esquina del ojo, balanceando la nave en que navegamos entre ustedes.
Simplemente, no saben que hacer con nosotros, pero nosotros sí sabemos saber que hacer con ustedes.
Esto sucede en Tijuana en grados menores o mayores.
Porque nos hacen elegir, nos hacen ver que esto u lo otro nos es “mexicanoâ€.
Se da una lucha cultural de baja intensidad, en la casa principalmente.
Quizá sea la música la que más revele sobre este fenómeno porque nuestros padres (por lo menos los de mi generación y no tengo porque dudar que esto no suceda todavía porque en Tijuana los Tijuanenses somos una minoría) nos echan en cara lo diferente que se es en Tijuana.
Lo mexicano se vende a los gabachos en la Ave Revolución, los sarapes, los cochinitos de yeso, las figuras de aztecas, la virgen de Guadalupe, se vende una ilusión de lo que se cree es México ¿así que qué imagen se les da a los nativos de la cultura mexicana de Tijuana cuando todo lo divertido se da en la Revolución, lo hermoso es gabacho, la música es mejor en inglés, la mejor televisión viene de California, como siempre?
La mayoría de la juventud Tijuanense no crece prefiriendo a Radio Ranchito, se da después, ya de grandes, elegimos eso por nostalgia, si, hay elección en la cultura, en Tijuana también vivimos un mexicanismo fabricado tanto como el del Xicano. Por eso las broncas lingíüísticas que dicen esto es lo correcto, esto es lo bueno, lo tuyo es lo malo. Por eso la ropa también es diferente, nos vestimos claramente diferentes, amexicano. Comemos y preferimos comestibles diferentes, cosas amexicanas.
Por eso Tijuana es Aztlán también, dense una vuelta en los blogs y encontraran ustedes blogs de Tijuanenses escritos en spanglish, en inglés y en español.
No vayan a los de los aburridos usuales que ya tienen una idea formada de lo que no es ser mexicano o lenguaje correcto (que se empeñan a enseñar a otros pues como dijo Feijoo ”Los que se atan servilmente a las reglas …tienen justo motivo para hacerlo. La falta de talento les obliga a es servidumbre) sino váyanse a leer a esos blogueros jóvenes que escriben sin más idea que despejar sus emociones y verán, verán la realidad delante de ustedes.
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