[Estela (se escucha Killing Joke, Brighter than a thousand suns), quien, recordemos, es amiga ultra-íntima de T, irónica-(onírica) al grado hyper, regresó al mundo de la letras tras haber mantenido su mente cerrada al mundo de este escritor (se escucha música de jazz sueca, Victoria Tolstoy), ahora ha dejado su mente abierta, como una puerta abierta al amante que sabe leer las señas del cuerpo, a este escritor, se pueden otra vez leer los pensamientos de esta mujer que rehusa saberse llamada Lucrecia.]
– Te escucho. [Estela se escuchó decir esto a sí misma, estaba en un trance fantasioso, donde se imaginaba una conversación con T; así lo ansiaba desde lo más profundo de su ser y ahora lo veía, enfrente de los ojos de su mente]
– La verdad es que soy todo un hipócrita, no hago lo que quiero y me someto a obligaciones por unos principios que traicionan al Carpe Diem, y el dicho del Oráculo Delfi de Apolo ”ante todo, conocete a ti mismo”.
Estela sabía más de T que ni el mismo, o por lo menos así le gustaba pensar, sabía dos que tres cosas más que él y por derecho de ser mujer sabía que ella veía cosas, que por tradición y antaño las mujeres no permitian que los hombres desarrollaran, como distinguir las emociones.
:—seguira después—: