Quién sabe qué me da ver a los Portugueses del vecindario este alumnil donde vivo.

Lo sé, es envidia puesto que ellos se juntan y celebran sus cosas juntos mientrás que yo si acaso logró convencerme de darme la vuelta por ahí­ sólo. Los veo, están juntos, tocan la guitarra, hablan su idioma, platican, y rien en su idioma, cocinan, se ve arroz, pollo y todos los trastos adueñados de la cocina mientrás el olor inunde mi olfato culinario y se deja penetrar un fuerte olor a tomates, cebollas y ajos, la mesa esta puesta, eso acaba de ocurrir a menos de 5 minutos de escribir esto. Y no es que sea bien chingón tecleando si no que fui por un mugre sandwichillo con bolonia, mayonesa y pan mientrás los veí­a, ”Qué tal Pedro!” grito mientrás camino directo al refrigerador. Me hablan en Portugués, se entiende, más si llevo unas copas de vino en mi, pero cambiarí­a todo eso por estar igual que ellos: compartiendo la mesa entre los de uno.

Creo que algunos cargan la finta de puñales.

:::::::::::

Lämna ett svar