En la casa de él había un pasado que le daba alegría, le daba un sentido de algo, era somebody pero eso quedó lejos del brío aquel que le daba vida, ahora es más opaco, albo.
A veces se relajaba mirando atravez de las ventanas enrejadas que daban a la calle, ahí le gustaba pensar, criticar a los que pasaban.
– ”Aquel camina como Jhonny Walker, con estilo”, se dijo tras las barras de fierro.” Pero ese…”, continuó su pensamiento público a los cuatro vientos de esta nuestra ciudad fronteriza, ” …su vestido, gris, feo, repetitivo, pasado de moda, ropa que ni se usa ya, usch!”
Cuando lo conocí me dio curiosidad verle con un aire de saber quién es él pero no los demás, entre comillas, acentos y diéresis decía que nadie lo amaba más que su pasado al que se le aferraba como una chinche a la piel en la antigíüa 8. Debemos todos saber de antemano qué él es alguien y sentirte honrado de poder hablar con alguien. A mi me dio curiosidad, yo tan lejos, él tan ahí.
Al paso del tiempo me di cuenta de varias cosas, fue tan obvio verlas que ni un miligramo de inteligencia me costo sacar la conclusión. Tiene sus opiniones, las esconde, tras disimulados comentarios, entre los espacios de las letras que deja afuera, ahí te deja entrever su discordia, su bilis, su coraje, y si escuchas muy bien te deja sordo su Primal Scream: nadie me quiere.
Las cortinas son verdes, rayadas, con gruesas lineas de colores ya muertos, como que el sol les comió la vida, faded, desteñidos. Nunca las cierra, (” al fin y al cabo…”, resignado ha veces se dice como un reflejo de la poca nobleza que le queda …) nadie mira cuando su alteza se asoma; su voz, no se escucha mucho por estos días tampoco …bueno, casi no se escuchaba en todos modos ….