Yonder Lies It

Bueno, el ejercicio este de escribir diario algo tiene sus resultados, el flujo de las palabras se me salen sin mayor esfuerzo, ahora sólo tengo que controlar las teclas. Si viesen los errores que cometo antes de corregirlos, es una verdadera lata esto de presentar bien un texto. Aunque tiene sus recompensas porque si leyeran lo que escribo tal y cual sale entonces ni se molestarí­an de seguro.

Bueno, hoy me levanté un poco tardecillo, casi a las ocho, pero estudié un poco, lingíüí­stica, se me va la imaginación cuando leo eso. Me gana, estoy leyendo y por más que me concentre no logro poder concentrarme más allá de 5 minutos a la vez porque si no ya estoy alucinando con otras cosas. Es una verdadera fastidia.

Siento que me hace falta mi cultura, siento que necesito estar entre los mí­os, escuchar el habla castellana, la mexicana por supuesto, ver sus rostros, oler sus olores, sentir su calor, pero no. Heme aquí­, a regañadientes, entre este gíüererio, sin sonrisas, casi no se rí­en, y frí­os, frí­os como el clima. Me hace falta mi gente. Lo mí­o. No hay como sentirse si en medio de los suyos, es refrescante, lo añoro, hay que cargar las baterí­as pronto, porque si no me voy a volver loco aquí­ en escandinava y si no me muero de frí­o me muero de ansias de volver a mi tierra.


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