Leer blogs es como una reflejación.

La pura idea es una mezcla de lo autobiográfico y lo público.

Es un contrato nupcial, que conlleva a un brote de neurosis como cualquier buen matrimonio debe de hacerlo.

Y es que al escribir, mientras privado, lo hace uno pensando en una audencia no totalmente conocida.

Es esta audiencia la que causa cierto desconcierto en el/a escritor/a. Y es que si es privado ¿por qué pensar en eso que posiblemente se encuentre al otro lado de la pantalla leyendo lo que se escribe?

* De reciente para acá he sentido un cierto tipo de envidia cuando leo los blogs, y si, como lo he dicho anteriormente, me gusta como escriben, pero también es el estilo de vida que muchos llevan.

La sangre, como dice Lorenzo de Monteclaro, no tiene cupo para esta pasión que siento por mi tierra. *

Tecate, I know you got a house there waiting for me …

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El cafe estaba frí­o y las meseras ni lo peleban ya. Nunca uso reloj porque le molestaba saber la hora del dí­a y ahora que era de suma importancia no sabia ni pedirla. Por eso se levantó de la mesa echandole una última miradita a la mesera esa de falda cortita y salió caminando por las calles llenas de gente conocida. Miraba por los edificios a ver si le brincaba por ahí­ las manillas de algún reloj desvalagado por la pared de un inmueble en vano. Se metió las manos a los bolsillos en resignación y se fijó en un periódico, aún no llegaban los vespertinos. Se miró los zapatos que se compró antier cuando se paró a ver el matutino, todavia relucian brillo de nuevos pero aleguas se veí­a que los calcetines no le hacian juego. Al darle vuelta a la esquina se topó al otro lado de la banqueta con su más reciente ex. ’Hola!’ le gritó, pero ella con el pelo meneandole para los lados le ignoró porque los vientos le daban la contraria y el saludo vino a parar a unos oidos ajenos molestos de haber recibido ese amigable saludo de un completamente desconocido por la calle. Siguió su camino y el sol lo calentaba de tal manera que un sudor se le empezaba a formar en la frente. No querí­a limpiarselo porque traí­a camisa de manga larga, de esas blancas de lana, y sabí­a muy bien que la frente tení­a ya un buen rato paseandose por el smog ese que los medios de comunicación a diario nos querian hacer creeer que era aire.

Al ver el semáforo de la calle Agustí­n Iturbe pudó ver como los carros al ver su pase acelerarón su carrera al mismo tiempo que los planes y sueños de su vida le empezarón a venir uno por uno. Ya habí­an pasado dos años desde que terminó su carrera y tres que su comprometida lo habí­a dejado atrás por una idea que se le metió a la cabeza cuando estaban bien entrenzados una tarde que se les ocurrió hacer el amor adentro de una sacristia mientrás el padre oficiaba misa. De lejos vio su departamento que nadie visitiba ya, los años sólo lo hací­an más sólo en esa ciudad sin dormir. Tení­a los 27 cumplidos y cuando los cumplió fue pura familia a visitarlo, los demás, sus amigos, ya todos casados o en pleno gozé de sus carreras. Nunca se le ocurrió que los dí­as eran sólo una marcha hací­a adelante. Las horas para él no eran más que una rutina de otros. Entró a su departamento, y se sentó en su viejo y cada dí­a más comodo sofa. No era muy seguro que las doce iban a dar algún dí­a para él.

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Last night I dreamt I held in my hand an apple sized kiwi.

I looked at it in bewilderment as I knew it to be a hybrid.

I went about to set my teeth to it so as to indulge in it.
I hazily lived this dream through patches of foggy scenes and much the way I would see the world without my glasses, blurryish.

The rupture of the light mustard, bristle texture of the kiwi peel ran much the way a fault would in the event of an earthquake as I with the strength of my hand, squeezed it.
The interiors were a tempting ambrosia my passive eyes knew of; I stared in wait of that juice enveloped in that transparent husk which soon would fill my flesh with uncountless experiences.

It was a scrumptious experience leaving me very unsatisfied.

A mi siempre me a gustado la arqueologí­a ( la mitologí­a Chicana conlleva a ello), la etimologí­a y los libros antigíüos. No sé por qué el pasado me atrae tanto a mi, quizá sea porque la revista Duda, o Kalimán, un tanto Fantomas que en mi niñez avorazadamente devorada semana trás semana a costo de la plata o oro, como mi Santa Abuela le llamaba al dinero, sostenia este vicio al paso cronológico del vocero que pasaba a diario por los puestos de curiosidades donde mi infancia se desarrolló. O quizá también mi intuición masculina sabe algo, si es que eso existe, (creo que las mujeres de mi vida me han otorgado algo que sólo he medio desarrollado) pero que jamás me he atrevido a decirlo con letras, sospecho que sí­ sé.

Lo digo porque Librerí­a Sor Juana se lamenta de lo que le han sucedido a los tesoros arquelógicos de Irak y porque aquí­ en mi casa el tema ha causado un estruendo de las mismas lamentaciones. A las de mi casa sólo me remito a escucharlas ya que de por si soy un poco retraí­do. Antes si me molestaba a mí­, ahora no sé, me encuentro letárgico, pero sé de lo que estás personas están sientiendo adentro, ya que por muchos años a mi la curiosidad me causaba un afán por saber de ello que hasta me daba una fantasí­a enorme de saberme en lugares remotos con culturas sabias y cultas. Los años lo hacen a uno sobrí­o y sombrí­o para no decir apático. De seguro de estár en Bagdad estuviera ya chillando y más ahora qué sé que la biblioteca a sido quemada y como Sor Juana, que recuerda con cierto deje de tristeza, esas quemazones las sentimos en carne propia porque nuestras culturas prehispánicas sufrieron lo mismo ante los mismos animales que hoy cunden por aquellas tierras babilónicas: la ignorancia y la religión.

Lo curioso es que en España ni se acuerdan de los desastres esos que nosotros los mexicanos llevamos, por siempre, como un permanente dolor tatuado dentro de la sangre colectiva que constituye la mancha esa de indio que llevamos atrás en nuestras espaldas. Cuando viví­ en Madrid se quedaban perplejos que aún pensemos de Cortéz como un ser vivo sin saber que nos da coraje y dolor de la poca memoria que tienen de lo que hicieron. Ahí­ el Museo de America es un tour obligado para ver el tipo de sociedad pre-nazista que cundia por aquellos entonces en la Nueva España. En fin.

Te contaré una fantasí­a Sor: Yo sueño que algún sabio e inteligente sacerdote autóctono tuvó la hazaña de ocultar de esos barbaros ancestros nuestros valiosos códices; nada mas que no hemos dado con ellos. El dí­a que los encuentren, ese será el dí­a más feliz de mi vida.

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Hay veces que cuando leo otros blogs me causan envidia. Pienso que escriben mejor que yo. Y hasta tentación me da de robarles su texto … Lo quiero para mi, posesionar la idea, la sutilez, y la agilidad de l/a escritor/a que tiene de escribir …

Ahora sólo resta saber qué idioma es el que más envidia causa …

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¿y tú, quién eres?

Las letras adquieren una vida independiente del escritor, se hacen mil mundos diferentes en otras galaxias muy ajenas al espacio que alguna vez hayan ocupado en la mente del creador que las escribió

Hay dos cosas que me molestan por no decir que me caen en la madre.

1.- Odio, me inconforma, venir caminando y que la gente que viene detrás de mi venga hablando inglés Norteamericano.

2.- Odio interminablemente, que la persona que vaya enfrente de mi vaya fumando, me cae en todo la madre.

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Lo he hecho.

No sé como pero ha de haber sido la constante presión de los años. Y es que hasta la gente del pueblo me recalcaba por las viñerias del chisme local.

Pero no me atreví­a a dar el paso definitivo.

Era lo único que no cambiaba. Corte de pelo obligado cada mes, siempre me hace sentir como nuevo, ¿Zapatos? Soy cenicienta cuando me los compro que es algo así­ como cada tres meses y siempre en variaciones distintas pero casi siempre negros o color vino rojo, cafecito si a lo mucho pero muy raramente. Camisas y suéteres cada mes o cada seis meses respectivamente, siempre azul o rojo, suéteres de diferentes modelos pero de reciente pa’cá me gustan nordicos.

Calzones y calcetines cada dos meses. Pero aquello no.

Siempre los mismos, Levi’s 501.

Pero ya di el brinco sicológico. Me compré un par de Dockers el mes pasado. Y ahora los uso. Todavia tengo mis Levi´s pero ahora ya de perdis le vario ahí­, después de 15 y pico años de usarlos de a diario. Y no me da vergíüenza.

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thaw

Durante el invierno las temperaturas en Suecia bajan hasta los -25 Celsius. Dura algo así­ como 8 semanas seguiditas. Al inicio de la Primavera, ya que se está derritiendo la nieve, se ve como la escarcha daño el césped. Se ve amarillo, cafecillo, sin vida por doquier. Los que luego luego salen son las malas yerbas, uno que otro zacate salvaje y pues las flores obligatorias como los tulipanes y otras clásicas suecas. Pero como siempre, Suecia ahí­ por Abril vuelve a caer en las garras de la nieve por eso de que se encuentra en una posición geográfica entre Rusia y los calores que se dan por el mediterráneo.

Mas está vez es más diferente el ambiente, anda uno caminando y le cae a uno la nieve en la cara y mientras si se amontona, por el asfalto no dura, ya hace mucho calor, y digo calor de otra forma porque yo todaví­a uso chamarra y bufanda, pero la nieve se derrite. Y se ve como el zacate vuelve a vivir, recibe nutrientes de esa nieve que cubre todo pero que al derretirse deja descubierto un césped verde verde, lleno de vida fresca. Y no se diga de los pájaros ¿eh? Hay un cantadero por donde quiera y como que le tienen más fe a los tiempos que uno pues ellos andan en friega buscando pareja y haciendo nidos. Si quieren wachar fotos de ellos es nada más de hacer click here, here and here. ( Courtesí­a de Fí¥gelfí¶reningen Tí¤rnan. No se les pase hacer click en las fotos para engrandecerlas.)

Por las mañanas se ve relindo el medio ambiente aquí­ por la universidad ya que hay vastos campos abiertos entre los dormitorios y la universidad, se cubre todo de una niebla gris y transparente que más aparenta un vaporcito que neblina, el sol brilla albo y la temperatura no es gélida, si no medio a dar a tibio. Lo que más gusta es pues disfrutar de este ambiente al darse una paseadita, el paisaje lleno de nieve y los pájaros en chinga por todos lados y como hasta las gaviotas andan ya pegando sus clásicos chillidos por tierra adentro, y es que como Suecia tiene lagos para aventar al aire los animalillos andan ya buscando comida entre los lagos ricos en langosta chiquirrina. Es rico en verdad ver este paisaje lleno de vida otra vez, los árboles tupidos de nieve llenos de retoños, se ve pues, que es Primavera.

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Fiction is the idea that we must invent worlds and that we must somehow demonstrate, for the sheer purpose of the readers sake, a sort of description without giving too much of what is being told. The idea is to allow for the reader to make up its mind of what he or she is reading, in other words, I must leave the facts to stand on their own and that somehow my opinion shouldn’t butt between the reader and what I am writing. This is otherwise known as the Show don’t Tell technique used in most Creative Writing courses. A difficult task indeed because we are more prone to telling than showing. Indeed, one can even argue that at any given moment our culture inculcates didacticism as well. So it reflects very well in what we write hence those of us ambitious enough to embark in the mammoth enterprise of improving our writing skills often end up with our egos bruised and a healthy dose of reality check down our throats. If it so happens that the teacher in question doesn’t have a hidden agenda you’ll get all the support that a teacher really ought to give his or her students and with any luck the above mentioned technique will do wonders to the writing world or at the very least improve your everyday letter writing.

And if the teacher has a hidden agenda, your lucky if you end up at your local therapist couch, such is the nature of writing were words can be daggers sharp enough to cut through the thick muck that we call the world.

Fiction offers unlimited possibilities for the writer at hand who has something vital to say, indeed, for those of us who enjoy a good story, we are more than glad that such people exist, but we must also we willing to admit that the call for the quill and the ink has its own ilk.