Tengo rato leyendo el conflicto personal entre una institución cultural de Tijuana llamada CECUT y unos artistas plásticos de Baja California. Voy a ser franco, no entiendo lo que es cultura ya sea en Tijuana o México o en general. No la entiendo no porque me hagan falta ejemplos de lo que es sino que no entiendo su existencia en un país como el nuestro llamado México. En lo particular, la cultura a través de ojos teñidos de pobreza como los míos me parece una cuestión de élites y élite mexicana para empezar la cual no le llega ni a los talones de una élite razonablemente educada en más o menos una aproximación a lo que otros llaman cultura en países europeos o países como Canadá o USA. De hecho, la cultura mexicana está asociada bastante con el estatus social de la gente ya sea de dinero o de familia, es una simbiosis inseparable porque como todo en México, hay que saber sobrevivir para vivir bien en México. Todo lo demás es relegado a ese hoyo negro del pasado indígena mexicano conocido como artesanías. [[ Never mind that the work of those very indians sell for thousands of dollars in New York and elsewhere. ]] Así que la cultura mexicana no escapa ese moho que corree todo ámbito mexicano, o sea, el compadrazgo, el amiguismo, la corrupción, el nepotismo y la clásica servidumbre que los artistas establecidos le rinden al gobierno en turno como Carlos Fuentes lo hace hoy y Octavio Paz lo hizo antes por unas cuantas migajas de estatus social.
Me temo ofender a cierta gente al decir que la cultura mexicana no está al servicio del avance o por lo menos el estimulo de la inteligencia del mexicano. Suena a generalización. Pero ¿qué otro artista aparte de Francisco Toledo, da en qué pensar? Hay bastante show, eso que ni qué (meister Toledo dunnit) pero que exista una cultura que en verdad genere una mentalidad para superarnos a nosotros mismos como mexicanos estamos pero si en la edad de la cueva hoy en día para exagerar adecuadamente. En México aquellos que alteran el orden mental son puestos en prisión, Orozco et al. Pero para qué comparar el pasado con el presente. El deterioro de la cultura en México está siendo hecho trizas porque está claramente claro que la cultura mexicana, muerta de hambre por atención y una sed insaciable de fama está fragmentada porque así lo quiere el mecenas de la cultura mexicana: el gobierno cuyo mecenas son las élites sibaritas de México. A ver qué lindo día se muestra un verdadero ejercicio critico de parte de nuestros artistas plásticos. Ars [est] celare artem
No existe una cultura independiente de envergadura y de alcance nacional en México. No hay dinero para ello. No trasciende esa cultura porque así lo quiere el mecenas de la cultura en México. La cultura no deja para los frijolitos. Así que el pleito entre el CECUT y los artistas plásticos es en parte show para atraer atención y fama a los disque protestantes que rehúsan tener un mecenas tan horrible. Son muy pocos los que verdaderamente pueden vivir independientemente del gobierno mexicano para hacer cultura y esos terminan mejor trabajando para otros mecenas por más dinero -léase EEUU en dónde terminan siendo aún más ignorados -. La causa que les da un raison d’íªtre para justificar el nivel de vida que llevan y eso no es arte my friend.
Y lo peor de todo es que los artistas se han expuesto como hipócritas por impulso autista. Porque la gente sabe que ellos viven del PAN que el gobierno les da. Para un pueblo muerto de hambre como México no es difícil deducir quienes trabajan para quién y mucho menos saber quienes reciben las mejores dádivas. Es nada más de observar quienes no llevan lodo en los zapatos. Así que la clase medianamente educada que nunca chista por la condición humana más que para sacar provecho de ello y peor, para uso propio, como el Rey de Andersen, está desnuda y no hay belleza que admirar ahí. Y no porque la gente no simpatice con ellos ni nada sino porque nadie les entiende la problemática en mano. No hubo pedagogía para las masas, sino como en el mundo que viven, pequeño que es en realidad, no tiene ese alcance universal que la necesidad tiene y el poder fáctico sabe que hay más preocupaciones que atender, como el hambre, como para unirse a una frivolidad como la bronca de personas de bien a dar por puestos frívolos. Si los amantes de la estética mexicana en Baja California no saben tener sensibilidad de los entornos que usan para fabricar sus fantasías mucho menos tendrán las simpatías de los habitantes de esas poblaciones.
No entiendo, para ser honesto, cómo es que mis compatriotas no se dedican más al ejercicio de la contemplación, quizá eso no sea un arte, pero la reflexión es saludable, poder criticarse así mismo, entender las razones del existir y las relaciones entre instituciones e individuos debería ser la labor a mano pero no, siempre me gana la esperanza de que mis conciudadanos sepan más de lo que demuestran pero no es así el caso. Amén de estar consciente de que algunos reprocharán lo anterior escrito pero es que es un insulto a la inteligencia mexicana que los artistas plásticos de Baja California no puedan con las mentes corruptas de la federación o quizá es seña de que están al mismo nivel.