Lorena, whom I have never met nor have I ever seen in my life, but whom I do read on a daily basis, goes Nietzche. The blog is dead says she.
Creo que es una nimiedad discutir sobre la existencia del blog, el tema fue trillado por la blosfera tijuanense el 2003. Pero Lorena logra de manera sucinta poner el dedo en el renglón, aunque no esté muy percatada de ello, al describir un aspecto del fenomeno blog: el blog ha sido relegado a un status de jerarquías. Y no es que yo sepa más que ella pero de seguro no soy el único que piensa sobre el blog de la misma menra como yo. No quiero contradecir a Lorena, quién, he dicho, no conozco de ella más allá que es una blogwriter. Es todo lo que sé de ella y como en este caso todo está remontado a la letra, y pues saquen sus propias conclusiones sobre ello. Lorena para mí es un blog de una persona que se dice que es mujer y pues ahí tengan ustedes lo fácil que es caer en estas cosas de las letras. Según tengo entendido por varias amistades cercanas que deambulan esos círculos que sí es una gíüerca de carne y hueso.
No quiero discutir sobre si el blog está muerto o no, por eso digo que es una nimiedad, lo que sí llama la atención es el tópico. Y más las obsesiones que existen detrás del fenomeno como el blog. Y es que si existe una fuerza que impulsa con pasión el motor de la internet esa es la obsesión. La gente se obsesiona con la tecnología y pues ahí tienen ustedes que el blog como plataforma tecnológica pasó a ser una obsesión menor comparada con otras obsesiones mayores que hoy cunden por el mundo de la tecnología.
Pero de tecnologías a tecnologías, aunque se le declare muerto, el blog, para mí, es el más activo en términos de información. Y más sobre las informaciones actuales que no sufren del rigor de las estructuras del oficialismo que imponen las fuerzas del poder para poder maquillar el contexto de la noticia. El blog se rige bajo esas teorías del buen Unamuno que demanda historia de la intrahistoria, o sea, del pueblo. Es por eso que aunque el blog este muerto, los que siguen laborando bajo la tecnología del blog, contribuyen mucho más de lo que se cree, pues ellos, elaboran, una verdad alternativa.
The blog is dead, long live the blog!