¿Qué tienen en común Suiza y Greenwich, Inglaterra? Pues que ambos tienen el control del tiempo mundial y que con ello rigen el ritmo de billones de gentes a diario en el mundo entero. Mas !basta ya! Bajo el control de estos dos poderosos centros de control, Suiza, por ser el principal productor de relojes finos y baratos para el mundo entero y con ello dictarnos la hora a diario y a Greenwich por darnos la hora correcta con la cual hemos de vivir, se está bajo un yugo esclavizador y arcaico cuyo tiempo ya ha caducado. Ya no es posible vivir bajo el marco de las 24 horas que nos marcan los segundos uno por uno día tras día haciendo del ser humano una vil batería con fecha a caducar. Además, empresas, gobiernos, y demás organizaciones han abusado de este sistema métrico de medir el tiempo a sus anchas sin reparar en los daños que miles de personas sufren a consecuencia de ”falta de tiempo”. El estrés es su consecuencia física más visible ya que causa deterioro psicológico y hasta a veces cardíaco.
No es posible vivir sanamente bajo esta cadena invisible que se roba hasta la más mínima satisfacción de una existencia sin tiempo métrico. Familias y sociedades enteras se ven privadas de momentos de alegría o de ocio por ”falta de tiempo”. ¿Y por qué se ha de vivir así? ¿Por qué hay que dejar que se dicte cuánto va a durar un día siendo que supuestamente somos amos de nuestro destino? Hace más de 155 años que en Greenwich se puso en marcha este mal experimento por saber la hora exacta y aplicarla al mundo y solo ha sabido acarrearnos problemas de desestabilización ambiental pues ha de saberse que las grandes fábricas de los capitalistas, que se sirven de estos medios mecánicos para medir el tiempo, con su afán de hacerse lo más rico posible lo más pronto posible han hecho del medio ambiente un basurero sin proporciones. Y mientras que esta afanosa idea de contabilizar el tiempo ha sido practicada desde los tiempos inmemoriales por cuestiones muy diferentes a la de nuestros tiempos, pues ha de saberse que los chinos usaban ya el reloj solar 3000 años antes de Jesucristo, no es sino hasta la aparición del reloj pulsera diseñado por, !sorpresa! un suizo de nombre Hans Wildorsf en 1904, que los problemas empezaron a marcarse de manera desproporcionada para el ser humano. Lo peor de todo es que ser esclavo de este artilugio cronométrico está de moda y hasta por la cadena quieren cobrar.
!Es hora de abolir el Greenwich Meridiano!
Greenwich tiene que pasar a ser una reliquia del tiempo. Se tiene que resistir a esta dominación temporal de la vida pues bajo las líneas de tiempo grandes emporios matan a diario con sus fechas límites de entregas y quién sabe cuánto más con tal de estar siempre un paso más adelante que la competencia. Eso sin reparar en que el ser humano reacciona ante este tipo de presiones exteriores con el desgastamiento de de sus defensas personales causando no sólo malestares psicológicos sino hasta en muchos casos paros cardíacos con casos muy bien documentados amén del sufrimiento de miles de familias. Miles de personas mueren a causa de éste sistema métrico y eso es inaceptable. Pues la conexión entre el estress y el sistema métrico bajo cual se rigen los relojes del mundo es clara y evidente.